Estrenos 2016: Política: manual de instrucciones.

 Política: manual de instrucciones (España, 2016)
Guión y dirección: Fernando León de Aranoa


Sentido común

         Hace unos días Antonio Elorza intentaba desacreditar a la formación Podemos a cuenta del final de este documental en el que se grita: “Sí se puede”. Veía en esa consigna una especie de mantra opiáceo producto de un lavado de cerebro llevado a cabo en esa especie de secta que, según él, es dicha formación. Más recientemente, en concreto el domingo 12 de junio, Javier Marías arremetía una vez más contra Podemos en los mismos términos que Elorza: una secta, un grupúsculo de embaucadores, culto al líder, etc. Qué mal lo llevan los señoritos; los señoritos de la política académica como Elorza, con una labor encomiable a sus espaldas, por otra parte; los señoritos de la cultura como Marías y como otros con menos decencia como Félix de Azúa que conjuga una ética ciudadana miserable con una excelente prosa, notable proeza. ¿Es que no han entendido nada?
Claro que lo han entendido, lo han entendido todo, y les da pavor verse destronados por una realidad que se niegan a reconocer, que araña los cimientos de su torre de marfil, que puede ser discutible, cómo no, pero en ningún caso objeto de burdas descalificaciones como las que vomitan desde el diario canalla que les da voz, el mismo diario que ha convertido estos días a un historiador, prestigioso, eso sin duda, en cronista diario de actualidad política. El 6 de junio Pablo Iglesias dio una conferencia en el Fórum Europa de Nueva Economía en la que hacía una lectura lúcida, con perspectiva histórica, de lo que supuso el 15-M y de la propuesta inédita de país que plantea Podemos; sí, inédita. En el turno de preguntas el moderador le traslada una de ellas: “[Fulano dice]: Javier Marías, el escritor, dice que Podemos es un partido arcaico, anacrónico, regresivo y reaccionario”. Respuesta de Iglesias: “A propósito de Javier Marías, yo diría que soy partidario de la libertad de expresión y creo que es saludable que los intelectuales se expresen, y que, además, se expresen en términos duros, creo que eso forma parte de una sociedad democrática, y ojalá hubiera más intelectuales como Javier Marías que demostraran su valor y su honestidad a la hora de…, pues de expresarse públicamente alejándose del poder, que es lo que yo creo que saben hacer los intelectuales dignos” Vuelve a por otra, Marías.

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         Se ha dicho del documental de Fernando León de Aranoa que es histórico. Lo es, en efecto, por el seguimiento de una formación que en poco más de un año ha tenido resultados espectaculares y, sobre todo, por la forma en que se ha llevado a cabo, con absoluta libertad y transparencia. Lo ha dicho el director: en quince o veinte ocasiones pensó que iban a echar al equipo de rodaje; demasiado comprometido, demasiado problemático lo que se estaba discutiendo; pues no, eso nunca ocurrió, las cámaras filmaron las contradicciones, los desencuentros, los sinsabores y las alegrías de la formación sin ningún tipo de injerencia. Además, en el compromiso inicial se estableció claramente no sólo la libertad total de filmación, sino la libertad en el montaje posterior, lo que es esencial, puesto que en el montaje es donde se establece el relato. El relato de León de Aranoa es honesto desde el principio hasta el final, desde la constitución del aparato de la formación en Vista Alegre de Madrid, con todas sus luchas internas, hasta el “Sí se puede” triunfal tras los comicios del 20 de diciembre de 2015. En el ínterim vemos desarrollado, claro está, el título de la película: el manual de instrucciones para tamaña proeza, un manual suministrado fundamentalmente por Íñigo Errejón, el “cerebrito” de Podemos, pero también por Pablo Iglesias, cuya inteligencia política se halla fuera del común. A propósito de éste, alguien escribió en los días posteriores al estreno (perdón si meto la pata: creo que fue Gregorio Belinchón) que el documental desmiente la fama que tiene de arrogante. Es que ya está bien de esa monserga: lo que se tiene por arrogancia no es otra cosa que pasión con convencimiento. Quien lo haya seguido años atrás en La Tuerka, luego en Fort Apache y en la serie de entrevistas que incansablemente prepara en Otra Vuelta de Tuerka, todas interesantísimas y muchas emocionantes, lo puede ponderar. ¿Que aun así tiene el ego un poco subidito? Bueno, quizá, pero mejor fijarse en lo esencial.
         Quiza se puedan poner objeciones al relato del director, por ejemplo la ausencia de Miguel Urbán, co-fundador de Podemos que gallardamente subsumió su “Izquierda Anticapitalista” en una realidad superior, o la ausencia de voces femeninas, como la de Irene Montero, sobre la que descansa buena parte de la organización de Podemos, aunque sí tiene el papel que le corresponde Carolina Bescansa, y, en menor medida, Teresa Rodríguez. Con más de 400 horas de filmación realizadas es imposible saber si esas ausencias en las dos horas de película se deben a cuestiones coyunturales (los viajes de Miguel Urbán, por ejemplo) o si son producto de la selección del director. Nos quedamos con ganas de oír más a Pablo Bustinduy, cuyas brillantes intervenciones pueden seguirse en youtube, o a Ramón Espinar, pero no puede ser, León de Aranoa se ha concentrado en los dos pesos pesados que en este momento tiene la organización, y seguramente ha hecho lo más conveniente. También se han señalado estos días las ráfagas de humor que puntúan el documental y que provocan la risa entre los espectadores. De éstas, yo me quedo con la imagen de Errejón comiéndose un bocata ante el debate Rajoy-Sánchez en la tele y diciendo con la boca medio llena: “¡Me lo estoy pasando…!” Igualmente humana y a ras de tierra, por eso activa el mecanismo de la risa, es la reflexión de Iglesias desde un automóvil en la gélida Nueva York: “Pero, ¿cómo pueden crecer las plantas con este frío?” Hay momentos para la sonrisa y para las lágrimas, como el abrazo de Iglesias con su madre. Hay momentos para todo en este testimonio fílmico, también para las disensiones reflexivas y leales, como las de Juan Carlos Monedero en su momento, quien sigue siendo un valor activo de primer orden en la organización.
         Acaso no recuerden cuando abandonen la sala la discreta pero eficaz percusión de Antonio Sánchez que ya habíamos disfrutado en el Birdman de González Iñárritu. También ella está ahí acompañando esta aventura inédita en la historia de España.



Luis Robledo

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